Una cita. A veces sólo hace falta eso para que salte la chispa y se pueda comenzar algo más que una amistad. Pero elegir dónde ir no siempre es sencillo.
Ahora que llega el frío, uno de los planes más habituales es aprovechar las cenas o comidas en restaurantes para tratar de conocer a la otra parte y sus gustos. Y acertar, no siempre es fácil
Cuando se planifica un plan como este, se busca sorprender, pero también que la otra parte disfrute de la gastronomía.
De ahí que Pastelerías Ham, expertos en comida libanesa en Madrid, recomienda apostar por este tipo de gastronomía.
“En primer lugar, es un plan más exótico que ir a un restaurante o local más común. La comida libanesa juega con muchos ingredientes y sabores, con lo que siempre habrá algo que tiente” explican.
Una primera cita está llena de nervios, de primeras veces y de ganas de abrirse y conocer a la otra persona. Elegir un espacio que esté decorado de forma elegante y cómoda, que dé lugar a la charla y que permita disfrutar de platos originales y que sirvan de hilo conductor para poder escuchar a la otra persona con todos los sentidos es clave.
¿En qué se basa esa comida?
Una de las realidades de su recetario es que es una comida muy saludable. ¿Te suena el hummus? Pues forma parte de uno de sus entrantes más habituales.
Comer y compartir platos puede ser una ocasión única para acercar posiciones.
Entre los platos, las carnes o verduras son los más habituales pero siempre tienden a proponerse como opción compartida.
Además, con un ambiente que suele ser muy cuidado, es el momento perfecto para poder charlar e ir bajando el volumen hasta intimar.
Imposible levantarse sin probar sus postres y dulces, quizá de lo más característico y que más gusta de este tipo de gastronomía.
El baklava o el ma’amoul son dulces y deliciosos, perfectos para poner fin a la cena con un toque dulce para dos.
Basta también recordar una de las frases más célebres del escritor Khalil Gibran, “La vida sin amor es como un árbol sin flores ni frutos”.